Adolescente, el buen uso del tiempo.

El tiempo libre en un adolescente es de suma importancia ya que no solo es donde descansa, se divierte y se relaciona con sus pares, también constituye el momento donde “se alejan de los adultos”, por lo que las vivencias buenas y malas que tenga en aquellos momentos van determinando el desarrollo de su identidad.

 

En la comunidad Schilkrut hemos visto que cuando se utiliza el tiempo libre de forma creativa, se desarrollan capacidades, se favorece el equilibrio, se enriquece la experiencia y se otorga contenido a la vida, dando al ocio una dimensión de enriquecimiento personal.

 

El ocio no puede seguir identificándose, por más tiempo, con no hacer nada.

 

El modo en que se disfruta del tiempo libre tiene mucho que ver con la salud física y mental y con las relaciones sociales que desarrolle un adolescente impulsadas por su familia. Lo que haga en ese tiempo puede transformarse en un factor de protección frente a situaciones de riesgo o desarrollar en él factores de vulnerabilidad. Esto va a depender de cuánto aproveche en forma “sana” ese tiempo y cuan cerca esté de su familia.

 

Las consecuencias de no utilizar de forma adecuada este tiempo de esparcimiento pueden ser múltiples y pueden estar relacionadas con excesiva implicación en videojuegos, teléfonos o Internet, o bien ligadas a conductas de riesgo como alcohol y otras drogas, violencia, actividad sexual precoz e irresponsable.

 

POR QUÉ SE VUELVE IMPORTANTE

 

El ocio forma parte de la formación integral y educativa de un adolescente.

 

El primer modelo de los niños son sus padres, lo que hagan y cómo vivan su ocio va a tener una influencia positiva o negativa en ellos.

 

Los padres tienen que aprender a gestionar el tiempo libre de sus hijos y las dos claves del éxito son incorporarlos en lo que se organice y tener una actitud positiva.

 

No es difícil aprender a pasarlo bien juntos. Aunque muchas veces el chico o chica muestre apatía al realizar una actividad en conjunto o que el cansancio del trabajo le juegue en contra, hay que proponerse darse el espacio para estar juntos en actividades recreativas.

 

El ocio es un buen momento para:

– Socializar, favorecer aquellos juegos y actividades entre iguales y con la familia.

– Fomentar de manera lúdica el aprendizaje  (juegos de mesa, práctica de idiomas, juegos de memorizar)

– Favorecer el hábito lector con lecturas atractivas.

– Desarrollar habilidades artísticas.

– Potenciar el gusto por temas culturales como cine, exposiciones, visitas a galerías y museos entre otras.

– Disfrutar la naturaleza proponiendo excursiones, senderismo, parques, rutas, jardinería….

– Fomentar el desarrollo de algún deporte o actividad organizada y sistemática, como banda de música, scoutt, danza, grupos de fotografía, etc.

– Supervisar el tiempo de TV (No más de 2 horas al día y siempre supervisado por adulto) del computador, el uso de internet en todos los dispositivos y de los juegos en línea.

 

Los factores de protección frente a temas relacionados con el alcohol y las drogas son sin duda pasar tiempo con ellos, dedicarles al menos una hora diaria, incentivar el deporte u otra actividad organizada y evitar que consuman alcohol hasta los 18 años.

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