Adolescencia: un verdadero puzzle

La gran tarea en la adolescencia y que vive una chico o chica a partir de los 12 años es comenzar a desarrollar y construir su identidad, aquello que lo definirá como persona en el futuro.

 

Una persona diferente del resto con ideas, proyectos, sueños y deseos que le sean propios.

 

En la adolescencia los chicos van desarrollando actitudes y conductas encaminados a completar esta imagen, elaborando sus propias ideas, formándose una imagen de si mismos y de su entorno.

 

Van adoptando posturas, que pueden variar en el tiempo y ensayando roles, así mismo van probando los límites en los que pueden desenvolverse.

 

Como si se tratara de un verdadero puzzle, los chicos deben ir encajando cada pieza lo que no es una tarea simple y requiere de tiempo.

 

Algunas de las piezas encajan antes y otras después, a veces fácilmente y otras con algo de roce, hasta que completan una figura que los define y que los hace ser seres únicos e irrepetible.

 

Si bien la construcción de la identidad para alguien que transita en la adolescencia es una tarea lenta y requiere de voluntad, la gran mayoría de los jóvenes salen con éxito de esta etapa.

 

¡No todos avanzan!

Sin embargo hay algunos que se van quedando atascados en el camino. Muchos de los chicos que están transitando por la adolescencia son pasivos, no avanzan. No logran superar las dificultades que van enfrentando a lo largo del camino y por lo tanto comienzan a evitarlas a como de lugar. ¿Cómo lo hacen?, duermen todo el día o viven conectados a su computador o smartphone de sol a sol.

 

El camino fácil.

Cuando surgen conflictos algunos buscan “ayuda” equivocada en el abuso del alcohol o en las drogas. Lo complejo de esta conducta es que el consumo altera las nociones del bien y el mal y además borra las emociones negativas, lo que impide aprender a tolerar la frustración.

 

Este es un camino altamente complejo, que impide el crecimiento emocional y deteriora el intelectual, lo que finalmente retarda el proceso de maduración, esta suele ser la razón por la que muchos adultos de 30 años actúan como verdaderos adolescentes.

Comentarios

Agregar un comentario

Su dirección de correo no se hará público. Los campos requeridos están marcados *