Alcohol en adolescentes: el impacto que causa el consumo en su identidad.

En Schilkrut Identidad Adolescente:

Les presentamos el relato de Francisco, hoy profesional, quién nos cuenta cómo inició su consumo de alcohol siendo aún un adolescente.

“Empecé a tomar alcohol a los 14 años. Un amigo que conocí en el edificio me dio. Era más agrandado y carreteaba, tenía acceso al trago. Vivía con su abuela y como ella tenía alcohol en la bodega, le sacábamos y nos íbamos a tomar a la azotea. ¡Nadie nos controlaba, decía que iba a jugar y me creían !.

Mis hermanos más grandes habían sido un desastre, así es que a mi hermano chico y a mi nos decían “hagan lo que quieran”.

“No tenía muchos amigos en el colegio, solo un par de compañeros.

Tenía que destacar en algo, así es que me transformé en “el guatón simpático”, fui gordo hasta los 13 años, luego me puse a andar en bici , a hacer deporte y me pegué el estirón.

Lo que hacía, esto de tomar, era de mono, de inmaduro y algo inseguro.

Empecé a tener más amigos, conocer gente de otros colegios y empecé a ir a fiestas.

Aunque en el colegio yo era piola… con el alcohol era más alegre, más divertido, más simpático. Es que sin alcohol me costaba harto… tomando era más canchero.

Tomar se volvió una rutina y se acrecentó más cuando salí del colegio.

La inmadurez, la mentira mezclada con el alcohol fue terrible! Me volví súper mentiroso respecto de lo que hacía, de dónde iba.”

 

Cuando un adolescente comienza a consumir muy joven, no alcanza a formar su identidad: no sabe qué desea de la vida, su motivación es escasa, vive confundido, le cuesta comprometerse en relaciones íntimas, o con el estudio y el trabajo.

 

Uno de los efectos más destructivos de la droga es la inhibición en el desarrollo de la personalidad en un adolescente.

 

La maduración de la personalidad es un proceso en el que un joven necesita vivir experiencias en lucidez para formar su identidad y personalidad, adquirir confianza y seguridad en sí mismo.

 

Es la etapa donde comienza a acercarse al otro sexo e iniciar sus primeros pololeos, donde debe superar dificultades académicas, estas son algunas de las instancias a través de las cuales madura.

 

Si estas situaciones difíciles para todos, el adolescente las lleva a cabo bajo el efecto de alcohol o drogas, no adquiere confianza en sí mismo, sino en las sustancias químicas que él cree que le ayudaron.

 

El relato que nos hace Francisco da cuenta de ello. Para llegar a ser “más canchero” y lograr superar su timidez, tomaba alcohol.

 

 

MODELOS A SEGUIR

 

La maduración requiere de modelos adecuados, personas a las que imitar, como sus padres, hermanos mayores, profesores, amigos sanos y exitosos.

 

De ellos aprende la relación interpersonal y los valores éticos que ordenarán su vida.

 

Pero cuando un chico adolescente está en consumo de alcohol u otras sustancias adictivas como la marihuana, tiene como modelos a sus compañeros de consumo, que están tan complicados y limitados como él mismo.

 

La experiencia clínica indica que una persona que ha desarrollado una adicción y está enferma, detiene su maduración en el momento en que inició su consumo; por ello la terapia psicológica durante la rehabilitación apunta a que, en abstinencia, pueda reanudar el proceso de maduración que será esencial para que recupere su autoestima y se inserte exitosamente en la vida familiar y en sus ocupaciones.

 

La adolescencia ya es una etapa compleja que no está exenta de dificultades y barreras que deben ser superadas para llegar con éxito a la adultez.

 

Beber alcohol o utilizar otras drogas hace que un chico o chica deba recorrer este camino con una carga adicional sobre su espalda.

 

Como si se tratara de una carrera, el adolescente en consumo lleva una mochila en su espalda cargada de piedras. ¿Para que recorrer este camino agregándole dificultad y poniéndose en desventaja?.

 

Lo adecuado es acompañar a nuestros hijos en su proceso, evitar que consuman alcohol al menos hasta los 18 años. En esto hay que ser enfáticos.

 

Recuerde que el principal factor de protección es la familia y el acompañamiento parental, así como estimular en ellos una vida sana, practicar deportes o pertenecer a grupos organizados de música, scoutt, o teatro.

 

Más información en :

http://www.schilkrut.cl/wp-content/uploads/2014/09/libro-drogas-87-118_libro-drogas-87-118.pdf

 

Comentarios

  • Guillermo dijo:

    Yo no bebida alcohol ni fumaba .cuando me mude de casa a otro barrio no conocía a nadie.tenia 15 años .no salia de casa porque era nuevo en el barrio. Mi primo me presento a un compañero.de el.y hay empese a salir con el el ya fumaba .y bebía alcohol. Me presento otros amigos de el que también fumaban y bebían alcohol .y yo no fumaba ni bebida alcohol. Ivan a fiestas .y yo para no quedar de nerfs empese a ser lo mismo.osea lo hice para encajar en el grupo.ahora tengo 44 años y decedi de dejar al alcohol hace un año y dos meses.el cigarrillo lo deje hace 17 años.yo creo que uno lo hace para encajar en un grupo de personas. En la adolescencia.

    • schilkrut dijo:

      Gracias por contarnos tu experiencia, es muy valiosa. Efectivamente muchos adolescentes comienzan a beber o fumar para sentirse parte de un grupo. La aceptación de sus pares y amigos es muy relevante en esa época de la vida donde se está construyendo la identidad.
      Por ello es tan importante que los adultos estemos atentos a lo que hacen nuestros hijos, con quiénes se relacionan y por sobre todo mantener un diálogo abierto y franco con ellos y ellas, ello es parte de las medidas de protección que podemos incentivar en los chicos y chicas adolescentes.
      Saludos y gracias.
      También te puede interesar:
      http://schilkrutidentidadadolescente.cl/prevencion-y-salud/alcohol-y-adolescente/

  • Agregar un comentario

    Su dirección de correo no se hará público. Los campos requeridos están marcados *