Adolescentes: ¿cuándo pedir ayuda?

La Adolescencia es una etapa del desarrollo llena de desafíos para la gran mayoría de los jóvenes que están pasando por ella, así como también lo es para muchos de los padres que estamos observando este proceso de cambio, no en vano se habla de este período como “la crisis de la adolescencia”.

 

Más allá de cómo se considere para muchos, hay que entender que la adolescencia es un proceso que se desarrolla a través del tiempo, que tiene una fuerte implicancia en la conformación de una persona y que se caracteriza por una serie de cambios en el aspecto físico, psicológico, emocional y social.

 

Un adolescente está viviendo un crecimiento continuo donde la transición lo llevará desde la infancia a la adultez, siendo una de las características sobresalientes de esta etapa la búsqueda constante del desarrollo de su identidad, la que deberán ir confeccionando como un verdadero puzle.

 

Para muchos jóvenes este proceso que implica desarrollar su identidad se realiza en forma normal, logrando establecer relaciones interpersonales gratificantes y satisfactorias, tienen éxito en las actividades escolares y en alcanzar sus metas más bien personales.

 

Pero hay un determinado grupo de jóvenes que no lo logra y pueden tener ciertos bloqueos durante este proceso que imposibilita un desarrollo normal de su identidad.

 

Esto puede deberse a ciertas predisposiciones biológicas, factores ambientales o la combinación de ambas.

 

¿Pero cómo saber cuando algo así ocurre?

 

Cuando un adolescente presenta dificultades para diferenciarse e integrar su identidad, puede estar en un riesgo mayor de desarrollar una serie de conflictos en su adaptación escolar, familiar, laboral y social.

 

Para algunos padres o tutores puede llegar a ser muy difícil diferenciar entre una crisis normal de la juventud de aquellas dificultades en el desarrollo de la personalidad de nuestro hijo y que requieren ayuda profesional.

 

 

Algunas de estas conductas a considerar durante la adolescencia y que pueden ser un indicio de que exista una difusión de identidad son:

  • Tienen problemas para regular sus estados de ánimo,
  • Presentan comportamientos impulsivos, sobre todo en el marco de las relaciones interpersonales.
  • Suelen presentarse estados de ánimo y comportamientos que no sólo resultan impredecibles, intensos, y extremos (por ejemplo, “te amo / te odio”), sino que además pueden resultar autodestructivos.

 

Por ello es importante estar presentes y cercanos en la vida de nuestros hijos, observar cómo se conducen, mantener un diálogo permanente con ellos para saber en qué están. Sin ser intrusos ni invasivos, es darles la clara señal de que pueden contar con nuestro apoyo y nuestro afecto en un período tan complejo como este.

 

Si necesitas ayuda respecto a determinar si tu hijo o hija puede estar desarrollando algún problema en la integración de su personalidad o has observado alguna de las conductas antes señaladas este video puede interesarte.

 

 

 

 

 

 

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