Adolescentes: el tabaco como puerta de entrada a otras drogas.

Los estudios epidemiológicos en todo el mundo, y también en Chile, han constatado que el consumo de tabaco es la puerta de entrada a otras drogas y el inicio de la cadena del abuso y la adicción

 

Tal como lo señala el libro Drogra y Alcohol – Enfermedad de los sentimientos “El adolescente comienza a fumar empujado por la presión de sus pares y por aparecer más adulto. Una vez que ha incorporado este hábito, entrega a su entorno una señal de que es un buen candidato para ofrecerle marihuana, alcohol u otras drogas”.

 

Esta idea es reforzada en un artículo reciente del The New England Journal of Medicine, donde sus autores Denise y Eric Kandel señalan que “la nicotina puede ser la ‘puerta de entrada’ al consumo de otras drogas más duras, como la marihuana o la cocaína.

 

El inicio de adolescentes en el consumo de cigarrillos no sólo está relacionado al tema de la presión social que ejercen sus compañeros y amigos, sino que también nuevas investigaciones señalan que puede haber razones biológicas en este periodo de mayor sensibilidad así como genes específicos que pueden aumentar el riesgo de la adicción en las personas que comienzan a fumar durante la adolescencia.

 

Este mismo artículo pone de manifiesto que fumar ocasionalmente puede provocar en algunos adolescentes el desarrollo de la adicción al tabaco, derribando la creencia de muchos adolescentes respecto de que la cantidad que fuman, al ser tan reducida, no les va a causar un daño mayor.

 

En Chile, ¿un país adicto al tabaco?

 

Las cifras de nuestro país no son alentadora, según indica el Minsal, cada media hora fallece una persona producto de una enfermedad derivada del consumo del tabaco, siendo una causal absolutamente prevenible.

 

Otro índice no menor es que nuestro país es el más fumador del continente americano y con la más alta prevalencia en niñas fumadoras: 39,8% en el tramo de 13 a 15 años, según las cifras del Senda, quién también indicó que el consumo de tabaco en jóvenes de 12 a 18 años subió de 6,4% a 8,4% entre 2012 y 2014.

 

Estas cifras se condicen con lo expresado en el último informe de la Organización Panamericana de la Salud (OPS), sobre Control de Tabaco para la Región de las Américas, donde Chile se encuentra en el primer lugar de prevalencia del consumo de cigarro en población adulta y de población joven.

 

 

Todo esto pone de manifiesto la importancia que existe en el desarrollo de nuevas y mejores estrategias para disminuir estas alarmantes cifras donde el foco esté puesto en la prevención y en la educación, no sólo de jóvenes, si no también incorporando a la población fumadora promoviendo en ella el abandono del consumo de tabaco y alertando a la población en general sobre los efectos que causa el humo de segunda mano.

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